ABATEN A «EL NETO», CAPTURAN A OVIDIO, PERO… ¿DÓNDE ESTÁ «EL CHUECO»?

Preguntan en el estado de Chihuahua, con el airado reclamo a las autoridades de seguridad del país porque la rapidez y eficacia con la que han puesto fuera de circulación al líder de «Los Mexicles» y al hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán dista mucho que desear en el caso de Jesús Noriel Portillo Gil –de la organización criminal «Gente Nueva»–, seis meses y nueve días después de aquel 21 de junio del año pasado en que dio muerte a un guía de turistas y dos sacerdotes jesuitas en el interior de la casa de Dios en la Sierra Tarahumara, en el municipio de Urique, y posteriormente arrebatarle también la vida a un joven, irritado por perder un partido de béisbol ante el equipo de éste

«Hasta la fecha, las autoridades no han podido detener» a “El Chueco” Portillo Gil, «responsable del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campo Morales “El Gallo” y Joaquín César Mora Salazar “Morita”, así como del guía de turistas Pedro Palma Gutiérrez», recuerda «El Diario Noroeste», de la entidad chihuahuense. La cuarta víctima fatal del sanguinario delincuente es Paul Berrelleza Rábago, cuyo hermano Armando pudo ponerse a salvo del criminal.

La comunidad jesuita no ha dejado de alzar la voy y de pedir justicia para los padres «Gallo» y «Morita», al igual que para el par de civiles.

Este múltiple asesinato conmocionó al mundo y la condena universal para «El Chueco» no se hizo esperar. Sin embargo, para ello ya cargaba encima varias calaberas. En 2018, por ejemplo, se le señaló como responsable del asesinato de un hombre extranjero que se encontraba de vacaciones en Urique, identificado como Patrick Braxton. Asimismo, se le relaciona con el homicidio del activista Cruz Soto Caraveo, abatido su operador, Fernando F.C., alías “El Cuervo”.

Cuando perpetró la muerte del extranjero Braxton, el entonces gobernador Javier Corral Jurado señaló como autor del crimen al narcotraficante José Noriel Portillo Gil. En un mensaje, el ahora ex-mandatario consignó: “Fue un cobarde y brutal asesinato de una persona totalmente inocente, un hombre limpio cuyo infortunio fue cruzarse en su camino”. Días después, Corral Jurado se comprometió a detenerlo, pero esto jamás ocurrió.

La magna matanza de «El Chueco» acaeció el 20 de junio del año pasado, fecha en la que persiguió y dio alcance al guía de turistas Pedro Palma Gutiérrez en el templo jesuita en Cerocahui, a donde entró a refugiarse, creyendo que ahí estaría a salvo. Empero, el criminal no se tentó el corazón y le cortó la existencia a balazos, como también, posteriormente, a los dos sacerdotes Javier Campo Morales “El Gallo” y Joaquín César Mora Salazar “Morita”.

El infortunado guía de turistas Pedro Palma Gutiérrez

Sobre lo ocurrido, «El Diario Noreste» cita que el padre de la parroquia de Sisouguichi, Héctor Fernando Martínez, dijo que el sacerdote que presenció el acto criminal narró que “El Chueco”, al darse cuenta de su atrocidad, le preguntó que sí Dios lo perdonaría; ¿Dios me va a perdonar, padre?, a lo que le respondió que sí y le suplicó que no se llevara los cuerpos, desoyendo su súplica.

Tras 72 horas de la monstruosidad de «El Chueco», la Fiscalía General del Estado informó de la localización de los cuerpos, a lo que Luis Gerardo Moro Madrid, provincial de la Compañía de Jesús en México, expresó que si la autoridad logró recuperar los cuerpos de los jesuitas y un laico, por qué no es posible recuperar también los cuerpos de tantas personas víctimas de desaparición.

En las exequias de los jesuitas, el padre Javier Ávila pronunció un sermón que caló hondo en el presidente Andrés Manuel López Obrador, al consignar que “los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos” (alusión al lema presidencial que apuesta por luchar contra la inseguridad con “abrazos, no balazos”).

La cita de Ávila en la misa de cuerpo desató los aplausos de los asistentes y dejó sin voz por la emoción al compañero de los asesinados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *