A PARTIR DE AHORA ES ETERNA LA ESTRELLA NEGRA EN CAMPOS VERDES
«Es difícil elegir el anuncio ideal para abrir un texto que pretende informar que Pelé ha muerto»: El periódico «O Globo», de Brasil, al participar la infausta novedad en ese país sudamericano. «¿Es correcto decir que murió el mejor futbolista de todos los tiempos, para centrarnos en lo que mejor hizo, en destilar su talento por los campos del mundo? ¿O mejor abarcar más, y decir que fue el deportista más grande de la humanidad, ya que es difícil pensar en otro deportista que haya encantado más al planeta? ¿O es correcto entender que Pelé superó los límites del deporte, y como somos sus eternos compatriotas, anunciar que el más grande brasileño de todos los tiempos ya no está entre nosotros?», prosigue en la entrega no deseada a sus lectores
De las dudas, la certeza de que murió a los 82 años, víctima de las complicaciones de un cáncer de colon, alguien que parecía inmortal.
Desde su nacimiento en Três Corações-MG, el 23 de octubre de 1940, hasta su muerte en São Paulo, el 29 de diciembre de 2022, Pelé hizo mucho para ganar ese aire de inmortalidad. La distancia de poco más de 300 km entre la ciudad donde nació y donde murió es corta en comparación con el tamaño de la trayectoria de este brasileño que brilló en las cuatro esquinas del mundo, campeón mundial con Brasil en Suecia, Chile y México, y con Santos, en Portugal, y también en Maracaná, en Río de Janeiro. Y dos Libertadores las ganó en Buenos Aires.
Varios campos de Brasil –seis brasileños, diez paulistas y tres rio-são paulistas– también fueron se rindieron ante la magia de Pelé, que entre club y selección fue máximo goleador en 18 torneos oficiales. Los mil 282 goles de su carrera —variada, ante combinados y grandes selecciones, pero tres de ellos en finales de Mundiales—, son aún causa de asombro e incomodidad en quienes insisten en argumentar que hubo alguien como Pelé. No hubo, sostiene «O GLOBO».
Además de mil 283 anotaciones en mil 367 partidos, tres tulos mundiales, seis nacionales, récords personales y una revolución en su forma de jugar al fútbol, Edson Arantes do Nascimento acaparó honores, órdenes, premios al mérito, nombramientos y cargos. La lista de todo lo que tiene Pelé es inmensa y, aun así, resume lo que fue.
Los que le vieron jugar quedaron encantados de tal manera que ninguna lista –incluso en la que él está en lo más alto- es capaz de transmitir el sentimiento, el encanto.
Sobre todo en los mundiales. Si es difícil saber qué decir cuando se habla de su muerte, tampoco es misión fácil elegir qué fue lo más importante en su participación en los Mundiales. Si es el asombro que causó en el mundo cuando, con 17 años, fue protagonista de un torneo que parecía reservado solo para adultos; Atrás quedaron los tres títulos, algo que ningún jugador en el mundo ha logrado conquistar; si fue la cacería que sufrió en el campo después de convertirse en una estrella, y su adaptabilidad para resistir en 1970; o la forma en que inmortalizó la camiseta con el número 10, la rayuela, el gesto del puñetazo en el aire y cada movimiento que habita en la memoria de los que lo vieron y de los que no.
Lo que hizo Pelé en los Mundiales —y también fuera de ellos— lo transformó, a lo largo de la historia, en un personaje fundamental en la construcción de Brasil en el siglo XX. Pelé no solo popularizó el fútbol, sino también Brasil. Ayudó al país a encontrarse a sí mismo, rememora «O GLOBO».
Después de un paso por el Cosmos, en Nueva York, y el retiro real, Pelé seguía siendo mucho en otras esferas: Ministro de Deportes, Embajador de Buena Voluntad de la Unesco, Caballero del Imperio Británico, Embajador de la ONU para la Ecología y el Medio Ambiente, Doctor honoris causa de la Universidad de Edimburgo. Todo lo que fue en vida Edson Arantes do Nascimento nos parece todo, ahora en el momento de su muerte, menor que el simple hecho de ser Pelé.
Ser Pelé también significaba ser comparado. Desde sus inicios surgieron varios Pelés nuevos, brasileños y extranjeros, y la mayoría nunca llegó a los pies de la majestuosidad del fútbol. Dos argentinos fueron los que más desafiaron a los que aceptaron este reto, este debate, aunque por momentos el debate mismo parecía desafiar la lógica. Encantando al mundo durante casi dos décadas, el recién campeón Lionel Messi parece ser el que estuvo más cerca, aunque en otro momento del balón. Su antecesor, el polémico Diego Armando Maradona, fue el gran rival por el cinturón de “mejor de todos los tiempos”, que, de hecho, nunca se apartó del lado del brasileño.


Al igual que el dios argentino, el rey brasileño se mostró viciado y vivió con polémicas y errores en su trayectoria de vida, como la hija no reconocida y el acercamiento —o falta de crítica— a la Dictadura Militar.
Víctima del racismo en varias ocasiones a lo largo de su vida, Pelé también vivió con críticas por su actitud hacia él. Consciente de que las posiciones más fuertes no estaban bien vistas para un producto de marketing en el que se había convertido conscientemente, Pelé evitó cualquier postura más combativa. Usó su relevancia para agendas sociales como la paz o los derechos de los niños, pero se mantuvo al margen de los prejuicios raciales.
Sin embargo, el cambio de mundo que acompañó los 82 años de vida de Pelé lo obligó a adaptarse. En 1994, cuando asumió el Ministerio del Deporte en el gobierno de la FHC, pidió a los negros que votaran por los negros. Más recientemente, se unió al movimiento #BlackLivesMatter, luego de la muerte violenta del estadounidense George Floyd.
— Necesitamos darle a Pelé el lugar que se merece. Es necesario releer su relato con los ojos que nos ofrece la Historia, no solo a partir de sus posiciones – dijo Angélica Basthi, autora del libro «Pelé, estrella negra en campos verdes», en el 80 cumpleaños del Rey. — Es un mito dentro del fútbol. Y ese mito es un hombre negro con todas sus complejidades.
Después de un largo tratamiento contra el cáncer y una última hospitalización de 30 días, Edson Arantes do Nascimento falleció ayer, en el hospital Albert Einstein, en São Paulo. Deja a su pareja Márcia y siete hijos. Pero Pelé y su mito, como suelen serlo, siguen completamente vivos.
MEMORIA FOTOGRÁFICA



































- Ilustración, con fotografías del periódico brasileño «O GLOBO»