EL DESAFÍO SUPREMO DEL «JUSTICIERO LATINO»

Choque inédito en Copas del Mundo, el decisivo que protagonizarán las Selecciones de Argentina y la aún campeona del mundo, Francia, en Qatar, pues por vez primera rivalizarán por un título de la FIFA, que empezó a entregarse a partir deAlemania 74: Los galos jugarán su cuarta final del mundo desde aquella consagración en 1998 –año en el que fueron profetas en su nación frente a Brasil (3-0)–, mientras que los pamperos tratarán de conseguir su tercer trofeo en seis intentos, como uno de los mejores tras 36 años

Con un Lionel Messi encendido, ofreciendo su mejor actuación en un Mundial de Fútbol, Croacia fue humillada tres goles a cero en Qatar el martes 13 de diciembre por una Argentina que no le permitió ningún tipo de libertades.

Dio la impresión de que el tocayo de Messi, el técnico Lionel Scaloni, estudió muy bien el accionar de Croacia, para que no doblegara a sus pupilos como lo hizo el cuadro balcánico días antes, el pasado viernes 9, contra los brasileños.

Así, a nombre de los reyes de la samba, la escuadra albiceleste se convirtió en el estadio Lusail en el “vengador latino” de la justa.

Y no se vaya a creer que Croacia no intentó el triunfo, pues al igual que lo hiciera contra Brasil mostró momentos de dominio al principio del cotejo hasta que, pasado el minuto 20, Argentina controló las acciones basado en tres “pistones” demoledores: Messi, Julián Alvarez y Enzo Fernández.

Entonces, una Croacia que pareció menos precisa en los pases –excepción hecha de Luka Modric y Mateo Kovacic— comenzó a replegarse, y esta táctica resultó su perdición.

Primero, porque antes de que concluyera el primer tiempo, al minuto 34, en una relampagueante jugada en el área balcánica, el hasta entonces eficiente portero croata Dominik Livakovic cometió un pénaltie que cobró Messi de forma magistral.

El disparo se incrustó justo por debajo del travesaño balcánico, lo que hizo imposible atraparlo.

Faltaban, sin embargo, otras dos brillantes jugadas a cargo de los sudamericanos, que se traducirían en otros tantos goles:

–La primera, al minuto 39, a cargo de Alvarez, favorecido por rebotes que terminaron sacudiendo las redes del marco defendido por Livakovic.

–Y la segunda, en otra jugada de superior factura, Messi penetra hasta la línea de meta y sirve en diagonal a Alvarez, que bate con tiro cruzado a Livakovic en el minuto 69.

Del resto se encargó una hermética línea defensiva que anuló la gran mayoría de los avances croatas, que ya entendieron que en martes 13 –“ni te cases ni te embarques”— y con Messi enfrente no hay nada que hacer, más que esperar una derrota segura.

Ahora, con el lógico desánimo, los destronados subcampeones del mundo esperan a Marruecos para disputarle el simbólico tercer lugar del Mundial de Qatar, luego de que la Selección “cenicienta” sucumbiera ante el aún campeón de la justa, Francia, 0-2.

Mientras tanto, los vencedores esperan al cuadro francés, con la esperanza de destronarlo en la final de la Copa del Mundo, el próximo domingo 18 de diciembre.

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