BROTAN TODÓLOGOS PARA TRATAR «GRIPE» ¿CATASTRÓFICA?
Historias y trasnochadas hipótesis sobre por qué el técnico argentino de la Selección de México, Gerardo «Tata» Martino, no hizo determinados movimientos durante el crucial partido del Grupo «C» frente al representativo de Argentina, desaprovechando la oportunidad de poner un pie en los octavos de final del Mundial de Qatar y, simultáneamente, eliminar a la Scaloneta
Han pasado 48 horas desde que el Tri sufriera una costosa derrota de 2-0 ante la Selección de Argentina en el Mundial de Qatar, y desde entonces no han cesado los reproches al técnico Gerardo “Tata” Martino, en sentido crítico los menos y en tono ofensivo, grosero y hasta lesivo a su reputación de imparcialidad los más.
Acorde a la percepción de que México es un país que “funciona” con varias velocidades –desde la de la tolerancia y actitud consciente de la realidad hasta la de un furibundo radicalismo que no entiende de razones–, los “todólogos” del fútbol, entre los cuales figura un sector de la prensa escrita y de medios electrónicos y cibernéticos, han recurrido a fantasiosas historias y trasnochadas hipótesis sobre por qué el técnico no hizo determinados movimientos durante el juego con Argentina que, desde su muy particular y dudoso punto de vista, habrían conducido a un triunfo del Tri.

Eso sí, hay que lamentar que sean muy pocos –demasiado escasos–, los expertos centrados y convencidos de que:
1. La lógica se impuso, porque Argentina es mejor que México desde hace décadas.
2. El Tri no ofreció ninguna resistencia para ser vencido y casi eliminado de la justa.
3. Que las dos jugadas que culminaron en goles fueron producto de individualidades de jugadores brillantes que las han exhibido en juegos anteriores. El prestigio no sólo es para presumirse sino para demostrarse en momentos decisivos. Y Argentina confirmó esto último.
4. El mentado “tiro fuerte, raso y colocado” –ese que se filtra por los rincones de las porterías contrarias—muy pocas veces es contrarrestado, y Messi lo consiguió una vez más.
5. El obús de Enzo Fernández ya cerca del silbatazo inicial también era un disparo imparable.
6. El técnico Lionel Scaloni logró ir replegando al Tri hasta la distancia indicada para que sus artilleros hicieran lucir sus habilidades, que no son pocas.
7. La inobjetable realidad de los hechos impuesta por la lógica demostró que no se puede ganar en un Mundial con un conjunto desigual —con algunos integrantes ya cerca del ocaso y algunos novatos a los que falta madurar–.
Sobre si Martino era el técnico indicado para el Tri esa pregunta debería responderla la Federación Mexicana de Fútbol, así como si se evaluó el probable conflicto de interés que se daría en un enfrentamiento con Argentina.
Sin embargo, como quiera verse, México necesita piezas clave en el fútbol Internacional si algún día quiere llegar a ser campeón del mundo.

Y los buenos técnicos no se dan como en maceta sino producto de una generación surgida de nuevas formas de ver el fútbol, como los ingleses, los alemanes y los italianos, y en fechas más recientes los portugueses, los españoles y desde luego los argentinos.
De los técnicos mexicanos mejor ni hablar dado el innegable choque con los directivos que no parecen haberlos calibrado en su justa dimensión.
Ahora, no hay que hacer más alharaca y esperar a ver lo que sucede en el juego del miércoles 30 de noviembre, contra Arabia Saudita.
Y después, “a otra cosa, mariposa” y esperar cuatro años más, ¿para otra decepción?