EN EL PATÍBULO, «TATA» MARTINO

Con las espadas de México y Argentina en la garganta, el pellejo sólo lo salvaría con un «acto de escapismo»: Lo mejor que pudiera pasarle para quedar bien con Dios y con el Diablo es que el juego del sábado entre las Selecciones tricolor y albiceleste concluya en empate, sobre todo para no convertirse en el enemigo público de su país, la cual entrenó de entre 2014 y 2016

A menos que Argentina esté “herida de muerte” tras su increíble derrota ante Arabia Saudita –lo cual es altamente improbable–, la Selección Mexicana corre el riesgo de pagar los platos rotos en su choque con la potencia sudamericana, el próximo sábado 26 de noviembre, en el Mundial de Qatar.

Esa es la conclusión de algunos expertos al terminar sin goles el cotejo de México contra Polonia, el martes 22.

Por tanto, al Tri le conviene por lo menos empatar con Argentina el sábado y obtener un segundo punto, a la espera del resultado del juego Polonia-Arabia Saudita, que será igual de definitivo.

Todo parece indicar que el desenlace del Grupo C –con Arabia Saudita con tres puntos, México y Polonia con uno y Argentina con ninguno, hasta el martes 22— se definirá en la última jornada, el miércoles 30, cuando México choque con Arabia Saudita y Argentina se enfrente a Polonia.

Desde antes, surgirá de forma inevitable, el “sospechosismo” acerca del técnico argentino del Tri, Gerardo “Tata” Martino, quien puede ser declarado el “enemigo público número uno” en su país (por los fans radicales) si llegara a ser el verdugo de la albiceleste.

Porque una eventual victoria de México sobre Argentina, dejaría fuera a esta última Selección, en medio del escarnio por haber sido el fraude del siglo o del milenio –como mejor les parezca a los fatalistas–, al presentarse como la gran favorita para coronarse en Qatar y terminar con una prematura y fulminante eliminación.

En estas circunstancias, adquiere un papel fundamental el qué habría pasado si el Tri hubiera sellado su dominante actuación ante Polonia con una victoria, y de esa forma haber dado un paso importante para clasificar a la siguiente ronda.

El Tri también tendrá que luchar el sábado en contra del acoso y la incesante amenaza de una Argentina que disputará todos los balones y puede dejar exhaustos a los pupilos de Martino.

En resumen, viendo las cosas objetivamente, muy poco es lo que lograron México y Polonia con su mentado empate a cero.

Entonces, detalles como la hazaña de Guillermo Ochoa al haber impedido a Robert Lewandoski convertir en gol el cobro de un penal quedarán como algo anecdótico si el Tri no logra pasar a la siguiente ronda.

Esa es la dramática situación –parecida al desenlace de una película de suspenso– en la que ahora se encuentra la Selección Mexicana.

Así las cosas, la pregunta que nadie puede contestar por ahora, con seguridad, es ¿qué pasará?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *