GUERRA A MUERTE CON BALAS DE SALVA

Por Onel Ortiz Fragoso


¡Se están peleando! Layda Sansores, gobernadora de Campeche y Ricardo Monreal, coordinador de los senadores morenistas, protagonizan un intenso pleito en redes sociales y medios de comunicación.

En la década de los años ochenta del siglo pasado, Carlos Pereyra escribió que la izquierda era especialista en crear enormes tormentas en pequeños vasos de agua. Hasta 1988, la izquierda partidaria fue marginal, pero los conflictos y purgas fueron enormes. El eje de la disputa fue ideológico. Se acusaron de revisionistas, de troskistas, de estalinistas, de progobernistas y demás denominaciones del estilo.

¿Cómo llamar al pleito entre la gobernadora y el senador cuando Morena y Andrés Manuel López Obrador se encuentran en el pináculo del poder? Guerra a muerte con balas de salva. Mucho ruido y pocas nueces. Lo que presentó Layda Sansores para sustentar la traición y corrupción de Ricardo Monreal es tan débil como lo que contestó Alejandro Rojas Díaz Durán para acusar a la gobernadora de Campeche. Ambos confirman que no están en los sitios de poder que ocupan por méritos propios, si no por la inercia del liderazgo de AMLO.

Por un lado, capturas de pantalla que cualquier estudiante de secundaria en una disputa sentimental puede falsificar con más cuidado. No se ve la hora, ni el día. El nivel de señal y de batería siempre idéntico. Con textos que, quienes han chateado con los supuestos interlocutores, desconocen. Por el otro lado, audios y documentos que no prueban nada. ¡Vamos! Por lo menos hubieran presentado un video como el de Pío López Obrador o al menos, un audio como los de Alito Moreno, sería otra cosa.

¿Por qué Layda Sansores abrió fuego contra Ricardo Monreal con balas de salva? ¿De parte de quién y para qué? Hay muchas conjeturas y teorías de la conspiración al respecto. La mía es que, fiel a su historia y carácter, la gobernadora decidió por cuenta y riesgo propio lanzarse al ruedo para intentar echar a Monreal de Morena. Desde hace tiempo, las tres corcholatas presidenciales saben que el coordinador de los senadores perdió la gracia de AMLO, por lo cual no tienen necesidad de golpearlo.

Layda quiere que el costo del eventual rompimiento de Monreal sea ya, para que los efectos puedan asimilarse antes del proceso electoral formal.

Los tiempos de Ricardo Monreal son diferentes. A él le conviene definir su futuro lo más próximo a las elecciones. Mientras, seguir con un pie dentro y otro fuera. Jalar la liga sin romperla o hasta que él decida soltarla.

Desde Palacio Nacional, AMLO observa. No meterá las manos a favor o en contra. Dejará que los propios y los ajenos digan y hagan. Pero en sus adentros pensará que al senador y a la gobernadora aún les falta aprender algunas lecciones de política. Eso pienso yo, ¿usted que opina? La política es de bronce.

  • Tema de la «Columna Invitada» del diario «El Heraldo» (de Ciudad de México), con el encabezado «Layda vs. Ricardo«

  • Cartón tomado de Twitter, de la autoría de Rictus

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